José Ángel Rodríguez Suárez | Prensa LVBP
Navegantes del Magallanes fue el cuarto y último equipo con la opción de fortalecer su roster en el Draft de Sustituciones para la ronda semifinal. La gerencia y el cuerpo técnico bucanero se enfrentaron a la encrucijada de escoger entre, reforzar una rotación abridora incapaz de alcanzar el quinto episodio en sus primeras seis oportunidades durante la postemporada o hacerlo con un jugador de cuadro que sirviera de bálsamo frente a las últimas ausencias. Al final, la segunda opción salió a flote y Alí Castillo, desde Águilas del Zulia, fue el elegido.
“Vine con la mente puesta en ayudar al equipo en todo lo que pueda. Estoy muy contento y agradecido por la oportunidad que me dio Magallanes”, dijo el infielder en sus primeras declaraciones con el uniforme eléctrico, ofrecidas al departamento de prensa del conjunto justo después del último out del partido en el que la carabela cayó 6-1 frente a Cardenales de Lara en el duelo de apertura de la serie.
Castillo, llegó tarde a las instalaciones del Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto para el primer enfrentamiento y por esa razón no estuvo en el lineup, dispuesto por el manager Omar Malavé. Aunque, no tardó mucho en pisar el terreno luego de que entrara como bateador emergente por el lastimado Jesús Valdez, en el sexto episodio y fallara con un potente rodado al lanzador Jorge Martínez, quedando como bateador designado por el resto de la noche en la que se fue de 2-0.
“(Alí) es un pelotero versátil, probado en la liga y que nos hacía falta porque en la banca tenía solo a dos peloteros de posición”, dijo el timonel Malavé al portal BeisbolPlay.com, en referencia a las razones que definieron la escogencia del zuliano.
Adonis García abandonó el barco con rumbo a Corea del Sur, José Tábata se encuentra indispuesto por deshidratación y Andrés Eloy Blanco solo estaría disponible para una hipotética final, debido a la fractura que sufrió en una costilla del costado izquierdo. Los dos únicos hombres disponibles en la banca eran el receptor Juan Apocada y el infielder Yolberth Gideón, antes de inclusión del camarero en lugar de Mark Serrano.
Castillo ya conoce lo que es quedar campeón en Venezuela, luego de ser parte vital en la nómina de las Águilas durante la zafra pasada, cuando la organización acabó con una sequía de 17 años sin títulos. Sin embargo, el sueño de bicampeonato con los rapaces se vio truncado tras caer en cinco juegos durante la primera fase de los playoffs, irónicamente, ante los crepusculares.
“Cardenales tiene muy buen equipo, hay que jugar la pelota pequeña y mantener los juegos cerrados contra ellos”, mencionó el pelotero, de 28 años de edad, como la fórmula ideal para hacerle frente a los pájaros rojos.
El nativo de Sierra Maestra tuvo un destellante rendimiento con el madero durante la etapa regular, en 151 turnos conectó 51 imparables, entre ellos ocho dobles y un triple para dejar promedio al bate de .408. Estadísticas a las que recurrieron en las oficinas del Estadio José Bernardo Pérez para tomar la decisión.