Aguilas le aplicaron a Tigres la medicina de Bailey

Durante el mes de diciembre, Wilson Álvarez habló con BeisbolPlay y afirmaba tajantemente que sus lanzadores abridores no lograban completar con éxito al menos cinco entradas. "El Intocable" sin embargo habló de su cuerpo de relevo: "han hecho un trabajo muy bueno, entre Arcenio, Silvino y el resto han logrado sacar adelante muchos juegos".

Esta ha sido la receta. Los abridores siguen en las mismas, Wilfredo Boscán es el único que logró completar al menos 5 innings y el resto, nada, se lo dejan al bullpen. Así que Lipso Nava siguió ejercitando sus piernas para el camino que lo lleva a la sustitución de lanzadores abridores de forma constante.

Silvino Bracho, Leonel Campos, Arcenio León, Edgar Alfonzo y Carlos Daniel Hernández, fueron los puntales de los rapaces occidentales desde la lomita. Ellos, fueron el principal eje de los triunfos y sepultaron a sus rivales felinos con la misma arma que utilizó Buddy Bailey en la época dorada de sus campeonatos: ejercer de garfio en momentos claves. Es decir, todo un Sparky Anderson del siglo XXI.

Pero, el espíritu de Sparky triple campeón de las Grandes Ligas con Rojos de Cincinnati (1975-1976) y Tigres de Detroit (1984) parece que se metió en el cuerpo del estratega de los plumíferos zulianos. Entre eso y el oportunismo a la ofensiva de José Tábata, Freddy Galvis, Jordany Valdespín y las bases alcanzadas por Alí Castillo, pusieron a los aguiluchos en semifinales.