Águilas del Zulia ha tenido problemas crónicos con su bateo. Antes de la jornada de este miércoles, el equipo estaba último en average colectivo con .254 y también exhibía el peor OPS (sumatoria de embasado y slugging) con .665. Pero existen algunas excepciones en el nido: Alí Castillo es líder bate de la temporada con .438 de average, y el receptor José Briceño es uno de los bateadores de más poder en la liga.
Briceño, grandeliga de Rockies de Colorado, amaneció este miércoles con cuatro vuelacercas. Solo Marc Flores de Navegantes del Magallanes, con cinco, está por encima de él. Además, batea para .341 de promedio y 1.061 de OPS. Lo más curioso es que en sus primeros turnos de la campaña, el careta se sintió incómodo al tener mucho tiempo sin enfrentarse contra lanzadores.
“Al principio, como todo, fue muy difícil ajustarme a los pitchers, a la velocidad. Tenía rato que no veía lanzadores, no fue fácil”, dijo al circuito radial de Águilas. El cuerpo de Briceño está listo, pero es su mente la que debe ser ajustada para no perder el enfoque que ha tenido en las primeras tres semanas de la campaña. “Estoy tratando de tener un plan mental en el home, no tanto mecánico. Es una forma de ver mejor los pitcheos. Quiero ayudar a mi equipo a la ofensiva”.
El poder de Briceño no es nuevo para la LVBP. Cuando debutó en la temporada 2014-2015, con Navegantes del Magallanes, dio seis vuelacercas en solo 11 compromisos. Solo tuvo 26 turnos, lo que es una media de un cuadrangular cada 4.3 oportunidades. En junio de 2018 pasó a Águilas junto con Rougned Odor, José Flores y José Azócar; los navieros recibieron a Renato Núñez, Gabriel Moya, Jesús Flores y Eduar Bazardo.
“Tenía rato queriendo jugar aquí y gracias a Dios se dio. Hay mucho talento joven y esa es otra de mis metas: tratar de enseñarlos, de ayudar con la poca experiencia que tengo en Grandes Ligas y la pelota, para seguir haciendo los ajustes necesarios para poder ganar”, comentó. “Trato de comunicarme con ellos, de recordar cuando yo era un novato. Vamos a seguir trabajando en la comunicación y confianza. Allí está el manager Rouglas Odor dándole confianza todos los días. Vamos a acoplarnos y estaremos bien”.
A diferencia de muchos jugadores (todos los de Ligas Menores), Briceño tuvo algo de acción durante el parón por la pandemia. Estuvo con el equipo grande de Angelinos, e incluso participó en dos encuentros. Tiene dos campañas en el máximo nivel y 134 apariciones en el plato con cinco bambinazos.
Mientras que Briceño demuestra su poder, también se concentra en ayudar a los lanzadores de Águilas, que tienen la segunda peor efectividad colectiva de la liga con 5.85. El receptor cuenta con una estrategia para que los brazos salgan del slump.
“Tenemos muchos brazos jóvenes, frescos, fuertes. Hay mucho talento. Solo debemos enfocarnos más en el plan de ataque, en terminar los bateadores con dos strikes, en ejecutar mejor en esos momentos”, expuso. “Debemos ir enfocados en la comunicación. Las cosas no se nos han dado últimamente, pero poco a poco nos vamos ajustando y hablando. Vamos a estar bien”.