Cayó el out 27 y tras 32 años de espera, los Dodgers rompieron el maleficio para finalmente coronarse en la Serie Mundial. Este martes en el sexto juego del Clásico de Otoño, Los Angeles renacieron en la sexta entrada sellaron la remontada para acabar con el sueño de los Rays por pizarra de 1-3 en Arlington. Los mexicanos Víctor González y Julio Urías lucieron con una labor extraordinaria.
La tercera fue la vencida para Dave Roberts quien finalmente ha vuelto a evitar un fracaso en su administración. Pese al inicio de terror en el juego con un cuadrangular de Arozarena, un mal movimiento de Kevin Cash en el bullpen, acabó por sentenciar el camino.
Snell se comportó como un fuera de serie. El abridor de Tampa Bay, despachó a nueve peloteros y mantuvo con vida a su novena. Sin embargo, en un hit bendito de Barnes en el sexto rollo, acabó con la labor del serpentinero.
Cash no confió en Snell y le dio el voto a Anderson, la decisión no pudo ser más fulminante. Con un doble de Betts se abrió al caja de las ilusiones. Un wild pitch concedió la carrera de Barnes y posteriormente una línea de Seager, catapultó la voltereta.
A su vez, González se fajó como los grandes. El zurdo ayudó a apagar el fuego que había dejado Báez y poco después con tres chocolates se firmó la victoria. Y por si fuera poco el ingreso de Julio Urías acabó por ser la joya de la corona.
Betts colocó el cuadrangular fulminante en la octava baja y con el salvamento, Urías firmó su nombre en la historia de los Dodgers. Los muchachos de la novena se unen al reinado de los Lakers en este año atípico.