La operación de Alex Romero: la mejor decisión

La histórica temporada de Alex Romero el año pasado, tras su llegada a Águilas del Zulia, dejó altas expectativas en la fanaticada rapaz para esta temporada.

El jardinero, lamentablemente, no las pudo cumplir, debido a una lesión en su rodilla derecha que sufrió en el primer juego de la temporada.

En primera instancia, lo que parecía un daño en el ligamento anterior cruzado, lo tenía jugando de manera intermitente y limitada, actuando únicamente como bateador designado.

En 14 compromisos apenas pudo conectar 13 hits, todos sencillos, lo que era una muestra del poco aporte que la lesión le permitía dar al equipo dirigido por Lipso Nava.

El jugador zuliano estaba consciente del poco aporte, aunque su promedio de .283 engañara un poco eso. Por esa razón decidió, junto con el cuerpo técnico, salir del roster y buscar una nueva opinión en Caracas sobre su maltrecha rodilla.

El nuevo diagnóstico fue menos grave al encontrar una lesión en un menisco, del cual fue intervenido y será baja por el resto de la temporada, al menos, la regular, con una posibilidad de volver en enero, para la postemporada.

Aunque su baja es sensible, por su liderazgo y entrega, lo positivo es que el club ha demostrado a lo largo de todo el año que puede seguir en un buen ritmo a pesar de su ausencia. De hecho, desde el propio primer día, el de su lesión, el equipo no ha perdido el liderato, y Romero ha tenido su aporte, aunque no se note.

“Trato de decirle a los muchachos cuál es la forma correcta de jugar, tenerlos a mi lado, enseñarle de la misma forma que a mí me enseñaron cuando era novato con los Tigres de Aragua”, soltó el exgrandeliga.

Eleardo Cabrera, Herlis Rodríguez, el mismo Bryant Flete y Wilson García han tenido su tiempo de juego y recibido los consejos del veterano jardinero, quien ha tenido su mayor aporte al reconocer que no estaba en condicionas aptas para salir al terreno y darle el puesto a alguien que puede cumplir con las exigencias de correr y entregarse al 100%.

Además, con 33 años, sabe que actuando con esa lesión únicamente podía empeorar, y eso también podría perjudicarle en su futuro a la hora de buscar un nuevo contrato que le permita regresar al béisbol organizado.

“Sé que es lo mejor. Jugando así no estoy aportando nada al equipo”, reconoció, antes de viajar a la capital a someterse a la cirugía artroscópica.

Pero esa decisión ha sido de gran ayuda para un club que está convencido en que puede seguir ganando con los hombres que siguen en el terreno, y a la larga es la más conveniente para la misma carrera del propio Romero, quien completamente recuperado podrá aportar más al cuadro rapaz, bien sea esta misma temporada o el próximo año, y podrá buscar un contrato al exterior sin preocupaciones por su pierna lastimada.