¡Cinco títulos suma el conjunto zuliano! Luis Aparicio y Wilson Álvarez lideran el equipo ideal de criollos de las Águilas del Zulia

Wilson Álvarez es un referente, insigna o emblema del conjunto zuliano.

Luis Aparicio Montiel, Leonel Carrión, Wilson Álvarez, Carlos González, José Leiva, son los primeros nombres que salen de las bocas de periodistas, narradores, comentaristas y aficionados de las Águilas del Zulia, cuando se les pregunta por un top ten o alineación ideal e histórica de la novena rapaz.

Y es que luego de 47 temporadas, muchos son los peloteros nacidos en la tierra de Bolívar que han vestido la camiseta de la novena que trajo al Zulia el ilustre Luis Rodolfo Machado Bohórquez.

Siempre que se intente o se haga esta selección, habrá quienes critiquen y argumenten que este o este otro debió estar dentro y que aquel se debe sacar porque nunca contribuyó con un título para la causa emplumada o porque no jugó una determinada cantidad de juegos vestido de beige, negro y naranja.

Desde que Luisito Aparicio Montiel, si el mismito que está en el Salón de los Inmortales de Cooperstown, trajo a ese grupo de beisbolistas importados de los Medias Blancas de Chicago en la campaña de estreno, si la 69-70, pasando por Hugo Muskus, Simón Salaya y hasta Johnattan Herrera, quien fue el último criollo en llegar en cambio a la tropa rapaz, centenares de peloteros venezolanos se han vestido de aguiluchos.

Por ello escoger solo 10 de centenares siempre creará ronchas y resquemores, pero los números, la popularidad y los títulos alcanzados se encargarán por si solos de dejar en el papel esos nombres, que nosotros en esta entrega les presentamos.

Cuando el papá de Jonás Villalobos pagó 16 bolívares –por las dos entradas a laterales- para el primer partido de Aguilas contra Cardenales de Lara, con su vástago el 15 de octubre de 1969, en el dogout de los zulianos estaban los peloteros Nelson Castellanos, Luis González, Humberto Donquín, Graciliano Parra, Juan Quiroz, Jesús Llomosa y Raúl Valarde. Todos ellos habían practicado unas semanas antes bajo las órdenes de Luis Aparicio Ortega y Domingo “El Taciturno” Barboza.

Desde ese día José “Cheo” Perdomo, Eudo “Memín” Herrera, Ciro “El Manao” Márquez, aficionados furibundos de las rapaces, comenzaron a cultivar ese fanatismo que los llevó a asistir a todos los partidos que las Águilas jugaban en Maracaibo.

Por esa afición, fue a ellos a los primeros que consultamos para buscar un top ten de peloteros aguiluchos, así como a Jonás Villalobos, Glenn Carruyo, Antonio “Toñito” Soler, Rafael Petit, Wenceslao moreno Jr.

Los elegidos

El primero en salir a la palestra fue Luis Aparicio Montiel, que aunque jugó muy poco con la tropa emplumada, tiene su trajinar y su nombre para estar allí.

Luisito solo actuó en 49 partidos con las Águilas del Zulia, repartidos en 31 en la zafra 69-70 y 18 en la 70-71, consumió 148 turnos, en los que bateó 27 inatrapables, de ellos 4 dobles, 2 triples, sin jonrones con 17 carreras anotadas y 5 remolcadas, para un promedio de bateo de .182.
A la defensiva jugó todos los encuentros en la grama corta.

La ofensiva

El segundo en la lista es el jardinero Leonel Carrión, quien ahora mismo trabaja como técnico con los rapaces. Carrión, quien se estrenó con Zulia a los 19 años, jugó 16 campañas con Águilas en plan estelar, regularmente en el center field y muchas veces como su cuarto bate.
Leonel dejó promedio de .268 puntos, producto de 732 imparables en 2 mil 730 turnos, de ellos 117 dobles, 123 triples, 31 cuadrangulares, 359 carreras anotadas y 331 rayitas llevadas al plato.

Carrión fue protagonista en el primer título de los aguiluchos en Venezuela, en la 83-84 y en la Serie del caribe de 1984, que se celebró en Puerto Rico.

En 1982 el técnico César Tovar trajo desde el estado Bolívar a un negrito que volaba en las bases y que él descubrió en un terreno donde jugaban softbol.

José Leiva era su nombre y este muchacho de 21 años en poco tiempo se convirtió en uno de los pilares fundamentales del equipo y en el amuleto de Águilas, al punto que fue protagonista en cuatro de los cinco títulos que han ganado los rapaces en Venezuela y en los dos gallardetes en la Serie del Caribe.

Leiva prácticamente sustituyó a Carrión en la pradera central de los emplumados, pero no su poder, sino que impuso la modalidad de la velocidad en las bases, al punto que hizo un trío de temer con el intermedista Johnny Paredes y con el jardinero importado Jeff Stone.

Cuando alguno de estos corredores estaban en las bases, los pitchers y catchers rivales temblaban y máxime que el mánager del primer campeonato, Rubén Amaro, colocaba a Jeff Stone como primer bate, Paredes de segundo y a Leiva en el noveno turno, y muchas fueron las ocasiones que se encontraban en las bases y realizaban dobles robos, que se convertían en carreras seguras para las victorias.

El negrito de Ciudad Bolívar, que actualmente tiene una academia en su estado natal, jugó en once campañas con Zulia, actuando en 437 partidos en los que consumió mil 649 turnos, disparando 412 petardos, de los que 40 fueron dobles, 15 triples, 8 jonrones, anotó 259 carreras, impulsó 131, para promedio de .250.

Pero lo más importante de Leiva fue que logró cuatro títulos be bases robadas y en total se estafó 173 almohadillas, siendo su tope en una campaña 35 en la zafra 85-86, pero tuvo otras dos de 20 y una de 22. Estos son números topes e históricos para la novena zuliana.

Y completa el trío de jardineros, el marabino Carlos González, grandeliga de los Rockies de Colorado.

Con todo y que solo actuó en 7 campañas con los rapaces –hasta que firmó el contrato por 80 millones de dólares con la organización de Denver-, el nombre de CarGo es fijo en una alineación histórica de los emplumados.

González, quien ya ganó un título de bateo de las Mayores, .336 en 2010, jugó 224 partidos con Águilas, en los que consumió 721 turnos, Disparó 200 incogibles, de ellos 29 dobles, 7 triples y 24 jonrones, con 101 anotadas y 119 remolcadas, para promedio de .277, además se estafó 12 bases.

Para la tercera base los analistas consultados dieron al nativo de Barquisimeto, Pedro Castellano, quien por varios años fue prospecto A-1 de los Cachorros de Chicago.

Aquí en Venezuela actuó en plan estelar en nueve zafras con los rapaces, jugando en 428 desafíos, en los que consumió 1504 turnos, para conectar 381 hits, de ellos 84 batazos de dos bases, 11 triples y 18 cuadrangulares. Anotó 206 rayitas e impulsó 211, para un promedio de .253.

Pedro fue actor principal en tres campeonatos aguiluchos, el primero en la 88-89, luego en la 91-92 y en la 92-93, esa es una de las principales razones de que esté allí, por su contribución en tres de los cinco campeonatos de Águilas del Zulia.

Para la intermedia los especialistas zulianos se debatieron entre Johnny Paredes y Orlando muñoz, para finalmente extender sus votos por el exgrandeliga de los Expos de Montreal y Tigres de Detroit, Johnny Paredes.

Paredes, quien fue el pupilo de Jesús Marcano trillo en sus inicios, jugó 11 campañas en la pelota venezolana, nueve de ellas con las Águilas del Zulia y para más señas, vistió la camiseta de los aguiluchos en los tres primeros títulos zulianos.

Con las Águilas Johnny fue al cajón de los bateadores en 1170 oportunidades, en los que bateó 308 imparables para average de por vida de .263.

Conectó 34 dobles, 8 tribeyes, un jonrón, 183 carreras anotadas y 101 remolcadas y se robó 70 bases, siendo un one-two-three, con José Leiva y Jeff Stone.

Paredes fue el segunda base titular y quien hizo el último out en el gallardete de la 83-84.

También vestía de aguilucho en la 91-92 y en la 92-93, otros dos campeonatos en la pelota local.

Bate habilidoso, excelente defensiva, veloz en la bases e inteligencia para realizar las jugadas, tanto ofensiva como defensivamente.

Para la primera base también hubo una interesante discusión entre Carlos “Cañón” Quintana y Ernesto “Guanare” Mejías, pero finalmente se inclinaron por Quintana para defender la inicial y se tomó a Mejías para ser el bateador designado, y para este rol también se consideró a Cristóbal Colón.

Carlos Quintana, ganó dos guantes de oro como inicialista y eso también privó a la hora de elegirlo a él como primera base. Pero su fuerte estuvo en su ofensiva.

Quintana, quien hace poco fue visto viviendo en la indigencia en el estado Miranda –durmiendo en el piso de una estación de servicio- jugó en doce temporadas en la pelota criolla, once de ellas con la novena regional.

“Cañón” defendió la camiseta rapaz en 518 compromisos, en los que consumió 1703 turnos conectó 486 inatrapables, entre ellos 75 dobles, 14 triples y 19 vuelacercas, 220 anotadas y 234 impulsadas, para un redondo promedio de .285 puntos.

Conformó Quintana un doblete de lujo y poder con Pedro Castellano, al momento de remolcar las carreras y ganar los títulos en las 88-89, 91-92 y 92-93.

Ernesto mejías, quien llegó a las Águilas del Zulia en cambio en 2009, no ha contribuido con ningún título a la causa aguilucha, pero los números que dejó lo convierten en un pelotero importante para el club y la afición.

En cinco campañas con las Águilas el nativo de Guanare intervino en 287 encuentros, consumió 1221 turnos, conectó 301 inatrapables para .283 de promedio, con 63 tubeyes, un triple, 56 cuadrangulares, 162 anotadas y 213 remolcadas.

Una buena cantidad de excelentes receptores criollos, y para más señas zulianos, han vestido la camiseta de las Águilas del Zulia, pero de ese grupo que incluye a Guillermo Quiroz, Alexander Delgado, Carlos Maldonado, Heberto Andrade y Eduardo Pérez, destaca Humberto Quintero, quien durante 10 campañas estuvo detrás del plato de los rapaces.

En esas diez campañas Quintero disputó 235 desafíos, en los que consumió 690 turnos y disparó 196 cohetes, para un average de .284, con 38 dobles, un triple y 16 jonrones, 81 carreras anotadas y 86 impulsadas.

Humberto fue el receptor en el último título de las Águilas, en la campaña 99-2000.

Pítcheo de calidad

En relación con el pitcheo, sin discusión la designación de Géremi González como el lanzador derecho y Wilson Álvarez como el zurdo y José Solarte el relevista.

Géremi, emblema de los zulianos, intervino en 121 juegos con Águilas, 73 de ellos como abridor y tuvo nueve (9) juegos completos. Lanzó en 465.2 innings, en los que le golpearon 448 hits. Le anotaron 172 carreras, dio 173 bases por bolas, sacó 298 ponches y terminó con 25 ganados, 32 perdidos, 12 partidos salvados y efectividad de 3.32.

Fue campeón con Zulia en la 92-93.

Wilson Álvarez es sin duda alguna, el mejor monticulista criollo que ha pasado por las Águilas del Zulia. 29 triunfos, 18 derrotas y efectividad de 2.49 avalan esa premisa. Wilson trabajó con los emplumados en 93 encuentros, 61 de ellos como iniciador, y en sus años de mayor laboriosidad en las Grandes Ligas con los Medias Blancas de Chicago.´

Álvarez además llevó a las rapaces a cuatro de sus cinco títulos y en la 91-92, se consagró al ser el único serpentinero en ganar la triple corona con 8 triunfos, 1.47 de efectividad y 64 ponches.

En totalidad Wilson lanzó en 375.2 innings, aceptando 320 hits, dio 168 boletos y ponchó a 244 contrarios.

Y cierra esta difícil elección el bobureño José Solarte, quien en 15 temporadas con Zulia terminó con registro de 30-33, 58 salvados y 4.00 en porcentaje de carreras limpias permitidas.

Solarte también vestía de aguilucho en lo últimos cuatro títulos del conjunto zuliano.

Y la elección o designación del mánager recayó en el cabimense Pompeyo Davalillo, quien a fuerza de trabajo, de jugadas caribe y de corazonadas, dirigió con éxito a las Águilas del Zulia. Dos títulos fue su cosecha.

Cuando Joná Villalobos llevó por primera vez a su hijo al estadio Luis Aparicio, cada entrada a laterales estaba por encima de los 200 bolívares y hoy ese precio está en mil 540.