sábado, 2 de julio de 2016
MLB y su discriminación con América Latina
El EmergenteIgnacio SerranoCuando el Chico Carrasquel tuvo que pedir pollo en todos los restaurantes, porque no sabía hablar inglés y sólo conocía la palabra
chicken, fue víctima de discriminación.
Cuando Dámaso Blanco debió quedarse fuera de ciertos locales públicos, a los que sus compañeros de piel clara podían entrar, fue víctima de discriminación.
Son muchas las historias de los peloteros venezolanos que sufrieron por la injusta situación existente en Estados Unidos antes de las conquistas de los derechos civiles, en los años 60.
La discriminación, sin embargo, siguió de otros modos.
El abogado Arturo Marcano denunció en su momento el injusto trato que muchas organizaciones daban a los peloteros latinos recién firmados, a quienes apiñaban en dormitorios incómodos, usualmente en los propios estadios, sin alimentación adecuada ni estudios ni mayor consideración.
Aquel grito de Marcano hizo que la MLB tomara medidas y obligara a cambiar el sistema. Desde entonces, es obligatorio tener albergues adecuados y dar un trato humano a los prospectos en los campamentos de Venezuela y Dominicana.
La lucha contra la discriminación es un combate de décadas, que va mucho más allá de la errada creencia de que los latinoamericanos ganan menos dinero o no reciben el reconocimiento que merecen.
Pedro Martínez ganó el Cy Young y está en el Salón de la Fama. Johan Santana, Félix Hernández, Bartolo Colón también conquistaron el premio. Miguel Cabrera es aclamado en las mayores y dos veces se ha llevado el trofeo al Jugador Más Valioso. Cabrera y el Rey Félix están entre los peloteros mejor pagados de la historia.
Hoy existe otro modo de discriminación: el proceso de firmas del 2 de julio.
La oficina del comisionado de la MLB sugiere cuánto se debe pagar por un pelotero salido del draft universitario de junio: la primera escogencia tenía permiso para un cheque de 9.015.000 dólares y la trigésima podía valer 2.003.400 dólares.
¿Cuánto pueden recibir los prospectos internacionales? Mucho menos. El comisionado decidió hace unos años que cada divisa dispondría de un pote a repartir entre sus principales prospectos latinoamericanos (los de otras partes del mundo rara vez son comparables en talento).
Los Filis encabezan la lista, con 5.610.00 dólares. Los Cardenales la cierran con 2.027.300 dólares.
Atención al detalle: las cantidades internacionales se deben repartir entre todos los propectos de alto perfil que sean firmados y sólo son excluidas las firmas pequeñas, por 10.000 dólares o menos. En cambio, las cantidades a entregar en el draft colegial están destinadas a un solo jugador y la MLB permite mucho mayor libertad a los clubes, al punto de que en 2016 les autorizó que las primeras 64 escogencias podían recibir más de un millón de dólares cada una.
¿Por qué la gran carpa limita de tal modo la entrega de bonos en América Latina?
Esta injusticia ha llevado a algunas escuadras a violar las normas, firmando jugadores “en paquete”, repartiendo el bono real entre peloteros de menos talento, que son usados como fachadas para entregar el grueso del bono al jugador talentoso que se pretende firmar.
Por cosas así, esta semana los Medias Rojas fueron castigados con la prohibición de firmar peloteros del área este año. Pero el comisionado también declaró agentes libres a los muchachos afectados, les obliga a cambiar de representante y a buscar nuevo contrato, considerándoles amateurs, aunque jugaron profesionalmente en la
Dominican Summer League.
La sanción contra Boston, dada a conocer 12 horas antes de abrirse el mercado, significa que varios muchachos con un acuerdo listo para rubricar con los patirrojos deberán quedar con las manos vacías.
Este trato dispar con el talento nuevo de América Latina es una tremenda injusticia que demuestra que la discriminación continúa, de un modo diferente, décadas después de morir Martin Luther King.
Publicado en El Nacional, el sábado 2 de julio de 2016.Publicado por Ignacio Serran