Trabajo de sobra

Fecha de inscripción : 23/09/2015

Juan Páez / Maracaibo / jpaez@laverdad.com

A la gerencia de Águilas del Zulia y al mánager Lipso Nava les llegó la hora de armar el rompecabezas de cara a la próxima temporada de la LVBP. Hay al menos cinco puntos sobre los que el equipo debe fijar su mirada

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Lipso Nava, nuevo mánager del Zulia, tiene mucho por hacer en los próximos meses con las Águilas. (Archivo: Iván Lugo)

Tan pronto terminó la temporada 2015-2016 del béisbol profesional venezolano, la gerencia de Águilas del Zulia busca la manera de revertir el mal desempeño del equipo en la zafra pasada. A este punto, estrenan mánager y piensan en armar el cuerpo técnico.
A medida que transcurre el spring training, el alto mando rapaz va atando cabos. Sumó al recién retirado César Suárez a la junta directiva, a quien podría unirse definitivamente Carlos Subero y nombraron a Lipso Nava como dirigente para la próxima campaña, pensando en un proyecto a largo plazo.

Entre las opciones, Nava figuraba como el indicado. Es zuliano, ya dirigió al club con éxito (2011-2012) y reconoce que se deben armar nuevas bases para volver a jugar en enero. Entre los pilotos del conjunto naranja en los últimos 10 años, es quien dejó el mejor porcentaje de victorias: .622, por ganar 28 de 45 juegos de ronda regular en 2011, cuando tomó el puesto del despedido Max "Mako" Oliveras. Solo perdió 17.
Wilson Álvarez, en cuanto al staff de coaches, es el favorito para ser instructor de lanzadores. Ambas partes se reunirán mañana en Sarasota, lugar del campo de entrenamiento de los Orioles de Baltimore, donde cumple funciones el "Intocable". "Él (Álvarez) es la opción número uno, es quien nos gusta a Lipso (Nava) y a mí", dijo el gerente deportivo del Zulia, Luis Amaro, a La Verdad.

A darle forma
Águilas también tiene cabos sueltos en el aspecto meramente deportivo. Hay al menos cinco puntos sobre los que debe fijar su mirada para la venidera edición de la LVBP si quiere avanzar a la postemporada, como lo logró en siete ocasiones consecutivas hasta la 2014-2015.

1. Defensa en el medio:
La línea central (C, 2B, SS, CF) de Águilas, uno de los aspectos a mejorar, fue la peor con el guante durante la temporada 2015-2016. Cometió 45 errores, el 58 por ciento del total de pifias del equipo (78). Tal cantidad de pecados pesó en la cantidad de derrotas que hundió a los rapaces. Quieren, en principio, un receptor de experiencia y reforzar la llave entre el campocorto y la segunda base.

2. Territorio hostil:
Como ya parece costumbre, poco le sirvió al Zulia jugar en el Luis Aparicio "El Grande" la campaña pasada. Allí apenas ganaron nueve veces y perdieron 21 juegos. Su bateo colectivo fue realmente pobre en el nido zuliano. Allí influirá mucho el nuevo mánager, Nava, quien declaró en repetidas oportunidades que "las prácticas de bateo serán dirigidas para conectar la bola hacia abajo", a fin de tener éxito en ese parque.

3. Mayor tino:
A diferencia de la importación de años anteriores, el grupo foráneo de bateadores que engrosó la alineación de los alados tuvo una actuación para el olvido. Fueron los peores en promedio con el madero (.240). Quienes defendieron mayormente la inicial y la antesala, Mike Jacobs y David Adams, ligaron para .228 de average y remolcaron 40 carreras en 97 duelos entre ambos. "Van a ser bateadores que busquen los callejones, que puedan correr", dijo el gerente deportivo Luis Amaro.

4. No hay colchón:
Si algo demostró no tener Águilas fue profundidad. Ante la lesión del campocorto Alí Castillo, que le obligó a perder mes y medio, el cuerpo técnico no halló un sustituto confiable en Erick Salcedo, Bryant Flete, Franklin Barreto ni Rainer Olmedo. Como lo demostró el equipo rapaz en la 2014-2015, cuando Reegie Corona sacó la cara por el club empezando desde la banca, es necesario contar con material sólido en la banca.

5. A producir:
Difícilmente, se encuentre una temporada en la que al Zulia le haya costado tanto hacer carreras como la pasada edición de la LVBP. Fue la peor escuadra en anotadas (233), en empujadas (212) y en rayitas por juego (3.7). "Hay que manufacturar las carreras. Debemos tener gente que corra agresivo, que meta presión a la defensiva (del otro equipo). Hay que robar bases y batear hacia los callejones", declaró Nava.

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