La suerte del draft

Históricamente el draft de sustituciones para la postemporada no ha sido de mucha ayuda para Águilas del Zulia.

En el primer año de selecciones, en la campaña 2000-2001, Tomás Pérez fue la gran pieza que sumaron para el round robin, aunque también se recuerda que dejaron pasar a Omar Daal por no darse cuenta que estaba en la lista de disponibles, terminando el zurdo vistiendo el uniforme de Navegantes del Magallanes.

En los siguientes años siguieron desfilando peloteros, aunque en la mayoría de los años dejando pasar nombres de peso, principalmente por razones económicas, para seleccionar a nombres como Erold Andrus, Hernán Iribarren o Gabriel Noriega, que poco aportaron a los rapaces, quienes en otras oportunidades no escatimaron esfuerzos para traer figuras de la talla de Alcides Escobar o Alex Cabrera, terminando igual con un fracaso en enero.

Los dirigidos por Lipso Nava llegaron a diciembre en el primer puesto y con la tranquilidad de contar con un equipo que se ha ido desarmando poco a poco, con la ida de piezas importantes, que ahora deben suplantar para la postemporada.

Desde la partida de Michael Tauchman no han contado con un center field natural. Después, Giovanny Urshela armó sus maletas, y más adelante dijeron adiós los zurdos Gabriel Moya y Elvis Araujo, dos brazos importantes en el bullpen. Dentro de poco será Arcenio León. Muchas bajas para enmendarlas con un refuerzo y dos sustituciones que permiten las condiciones de campeonato.

En todo el año el club ha estado necesitado de abridores y en enero no será la excepción. De hecho, la idea del cuerpo técnico y la gerencia es tomar, en primer lugar, al mejor abridor disponible, y de allí en adelante ver cuál de las otras necesidades pueden tapar, tomando en cuenta que de República Dominicana reclutaron al lanzador derecho Jailen Peguero, al zurdo José Molina y al infielder Jordany Valdespin.

Si Águilas desea romper su sequía de 16 años sin asistir a una final necesita acertar en sus selecciones y contar, por supuesto, con esa dosis de suerte que le ha sido esquiva en sus escogencias para la postemporada.